domingo, 26 de octubre de 2008

"Es amor fuerza tan fuerte/ que fuerza toda razón...

Hoy quiero escribir de un tema del que hablo con bastante asiduidad debido a mi profesión : el amor.
Aunque al tratarse el tema se advierte de la existencia de distintos tipos de amor, el común de los mortales entiende por amor el amor pasión, aquel que tantas páginas ha llenado en la literatura de todos los tiempos y de todos los lugares.
Quizá lo que sí no tiene más de ciento y pico de años, en nuestra sociedad occidental, es la relación del amor con el matrimonio, o lo que es lo mismo ,el dar cabida a un sentimiento, casi siempre, efímero en un contrato que en principio se plantea como vitalicio. Menos mal que al matrimonio lo sustentan aspectos más duraderos como son las hipotecas que últimamente exceden el tiempo de una vida media... "Hipoteca constante más allá de la muerte".

Si intentásemos enumerar los rasgos que definen al amor, el primero que aparecería en nuestras mentes es lo ineludible del mismo, el no poder evitar ese sentimiento ,y de aquí se derivaría el otro rasgo caracterizador, el de su irracionalidad; a estos dos aspectos habría que añadirse el de su fuerza que hace que el ser humano llegado el momento se enfrente a todo y a todos por otro ser humano que para él es único y por el que siente que gracias a él el mundo cobra ese sentido del que hasta ese momento había creído que estaba desposeído. Con lo que ya tendríamos el rasgo que hace a este sentimiento único: el dar sentido a la existencia.

Hace unos años estaba muy de moda afirmar que el amor era un invento de los trovadores, ya que estos fijaron por escrito y en verso todo el profundo proceso psicológico del enamoramiento. Aunque en cierto sentido ellos marcaron las pautas de lo contradictorio del sentimiento, no es menos cierto que todo lo que fijaron por escrito de alguna forma lo habrían experimentado, y lo único que hacen es darle forma a un modo de sentir, que después sí que muchas personas siguieron y siguen.

Finalmente, sólo resta añadir dos citas poéticas para concluir este escrito:
"Es tan corto el amor y es tan largo el olvido"
"No es el amor quien muere, somos nostros mismos"



Ana Ozores

viernes, 10 de octubre de 2008

Me has traicionado...me voy con otros.

Me has traicionado vilmente. Te he defendido siempre, incluso cuando nadie creía en ti. He sufrido por hacerte valer. Todavía me acuerdo de lo bien que lo pasabamos juntos, mi estado de ánimo era distinto, todo lo veía de otro color, el negro se volvía rosa.
Llegaste tarde, llorando y haciéndote el interesante .( te perdono las lágrimas , eran necesarias y curaron)

Ahora te vas, sin previo aviso. Lo siento, se que hoy haces el numerito y vienes, pero no. No te creo, ya no confio en ti, te abandono: ME VOY CON EL OTOÑO Y EL INVIERNO.

PD--Aquí te espero, volveras a pesar de todo.

domingo, 5 de octubre de 2008

La pública intimidad

Soy consciente de que el título de esta reflexión es casi un oxímoron, pero últimamente es que parece que nada está perfecto si antes no se confiesa alguien. Existe un deseo desmedido de dar a conocer en cualquier lugar aquello que en otro tiempo el individuo guardaba para sí mismo o en último término compartía con su círculo más cercano . A veces incluso resulta pornográfico (no por el contenido) esa exposición pública de los sentimientos y de las miserias humanas. Y como muestra recordemos esos programas televisivos donde cualquier señora o señor dicen aquello tan manido: " que lo sepa España entera", como si a España le importara lo más mínimo

La educación misma fomenta ese airear la intimidad, ya que la figura del tutor muchas veces está más cerca del confesor cristiano, obviando claro está el no desvelar lo que se cuenta en confesión, que del que debiera ser su papel: orientar al alumno en el ámbito académico. No es raro que éste justifique las malas notas de algunos de sus tutorandos, contando algún episodio íntimo de éstos que en cierto modo conmueva al resto del profesorado, y se plantee la rectificación de la calificación primera. Este hecho no hace sino enrarecer aún más el quehacer académico, del que cada vez está menos presente la objetividad en aras de lo que se ha venido a llamar la educación integral del alumno, que en demasiadas ocasiones consiste en que es más importante educar en valores que formarse. Cada vez estoy más convencida de que no hay educación sin formación y que en el fondo lo único que se busca con esa educación, únicamente en valores, es acallar esa bestia que todos llevamos dentro, es decir, hacer al bruto manso.

Por otra parte, cuanto más se incide en explicitar qué valores deben aprenderse, mayor estulticia y brutalidad se observa en nuestros jóvenes de la ESO, quizá porque lo que no se cultiva demasiado es el pensamiento crítico, el ser capaz uno mismo de formarse una opinión sobre determinado hecho. Pues aunque se nos bombardea en todos los ámbitos con el respeto a las minorías y a las diferencias, a poco que uno preste atención advierte que socialmente esta bien considerado, al menos en apariencia, el respeto a la opción sexual, porque digamos está de moda, ahora bien si, por ejemplo, uno desea respetar a los defensores de las corridas de toros, ya no lo tendrá tan fácil...Con lo cual la tolerancia de nuestra sociedad es sólo en apariencia y volviendo con el tema de la educación , esa educación en valores es también aparente, ya que en realidad los valores deben ir implícitos en el discurso, se deben advertir en el proceder del individuo que pretende educar, pues muchas veces nuestras actuaciones son todo lo contrario de lo que pregonamos. Es decir, "Del dicho al hecho va mucho trecho".

Bien, me gustaría acabar hoy este escrito lanzando una pregunta: ¿Cómo ha aparecido en nuestra lengua el sustantivo "orto" con el significado de orificio anal? Urge respuesta

viernes, 3 de octubre de 2008

Relajaos

Me acuerdo que, cuando todavía era más joven que ahora, me encantaba reunirme con amigos y conocidos. Pasabamos un rato hablando de infinidad de cosas y , después, nos despediamos como habíamos llegado, como amigos. Ahora eso se ha vuelto difícil, no se acepta que cada uno tenga una forma diferente de ver un asunto, de solucionar un problema, de enfrentarte a la vida, de educar, de pensar, en fin. Si se da el caso, probable, de no pensar como se supone que debes hacerlo, es mejor callar. No se acepta el debate, todos quieren ter la absoluta razón, no se acepta la posibilida de TOLERAR que otro no entienda las cosas de la misma manera.

Si no se puede tolerar el pensamiento diferente es imposible decir que se acepta y reconoce la diversidad.

Relajaos, debatir, expresar., tolerar, abrir la mente a la duda............., o la tierra seguirá siendo plana.


PD--Estimada Gemma, queden nou mesos....