domingo, 30 de noviembre de 2008

Planificación y orden

Se le atribuye a Goethe la frase de "prefiero la injusticia al desorden", dejando a un lado lo ingenioso de la sentencia, está claro que el que dice algo así, es que disfruta de la justicia y le asusta el desorden de otros ciudadanos que , es de suponer, padecen alguna situación injusta y no les queda otra solución que alterar de alguna forma el orden establecido. Pues bien si se observa con atención, advertiremos que la máxima de Goethe ha pasado a formar parte del modo de pensar y de actuar de las personas que tienen algún poder en nuestra época y de muchas otras personas que acatan las órdenes sin cuestionarlas nunca, como mínimo en público.

Todo lo expuesto con anterioridad está relacionado con la situación un tanto absurda que se vivió en mi lugar de trabajo (Instituto de Enseñanza Secundaria) el día 13 de Noviembre de este año. Para este día estaba convocada una huelga con la que parte del profesorado quería mostrar su disconformidad con algunos puntos que plantea la nueva Ley de Enseñanza. En el centro en el que yo trabajo de los cincuenta y pico profesores que somos tan sólo trece decidieron hacer huelga ese día. Al analizar la situación la Dirección del centro decidió, que por ser tan sólo una minoría del profesorado el que se acogía a su derecho de huelga, todos los alumnos podrían acudir a clase con normalidad. Hasta aquí la situación podría calificarse de corriente, el absurdo empieza cuando al llegar al centro el día en el que estaba convocada la huelga, los profesores que habíamos decidido no hacerla vemos que la dirección ha determinado que las clases de los profesores ausentes fuesen sustituidas por profesores que no hacían huelga. Cuando empezaron las quejas de los profesores que no hacían huelga de por qué tenían que suplir las clases de los compañeros que sí la hacían. La respuesta no pudo ser más simple, se nos dijo que en realidad nosotros no íbamos a dar la clases de los profesores ausentes, sino que simplemente estaríamos con los alumnos en clase leyendo o viendo una película. Pues bien,si unos compañeros de trabajo deciden protestar por una situación que les parece inaceptable con un día de huelga, con los perjuicios económicos que ello les acarrea, y en el Centro aparentemente se vive una situación de absoluta normalidad, como mínimo externamente, de qué modo llegará su protesta al resto de ciudadanos... Hay que tener en cuenta que una huelga que no resulte perjudicial para nadie, a excepción de para el que la hace, no tiene ninguna efecto.

Este no es más que un ejemplo entre muchos que se pueden encontrar en nuestra sociedad, de cómo el poder prefiere el no respeto de los derechos fundamentales al desorden y de cómo hay otros ciudadanos que prefieren callar y acatar órdenes al desorden que les podría acarrear en sus vidas no hacerlo. Y es que últimamente no está bien visto quejarse, simplemente hay que subrayar , de forma pueril muchas veces, los aspectos positivos de todo; eso sí, con indicadores que puedan medir el éxito en términos numéricos por supuesto y que respondan a lo diseñado en un simplista programa de ordenador... Es decir, el lema de nuestra época sería: PLANIFICACIÓN Y ORDEN.

Ana Ozores

lunes, 3 de noviembre de 2008

Agresividad

últimamente noto que el mundo está más agresivo de lo normal.

Soy una persona menuda( eso decía mi abuelita), tengo ideas propias y las defiendo( que no las impongo), intento no hablar gritando, suelo escuchar lo que me dicen, pienso antes de actuar, valoro las circunstancias de cada situación....Tengo muchos defectos e intento corregirlos( alguna virtud también tengo).

Una vez hechas las precisiones anteriores explicaré el inicio de mi entrada. Tengo un trabajo en el que trato con jóvenes. El trabajo se realiza dentro de una organización, que ,como todas, tiene unas reglas conocidas, que deben cumplirse. No cumplir una regla comporta una amonestación o un castigo ( eso lo sabemos todos desde pequeñitos). Bien bien bien...resulta que varias veces he tenido que amonestar a algun jovencito por incumplir la norma. lo he hecho en un tono normal, tranquilo, relajado...La reacción ha sido desproporcionada: gritos, miradas provocativas, provocación verbal, gestos amenazadores...

¿ POR QUÉ? No se si esto es generalizado o debo considerarlo como una anécdota.

¿Se pueden solucionar, corregir o suavizar estas actitudes? ¿ Se producen sólo en esa organización a la que he hecho alusión? ¿ Se comportan igual esos jovenes en sus casas, en la calle, en el interior de otras organizaciones?

¿ Es culpa de la norma?

domingo, 2 de noviembre de 2008

Un día con Naruto

Son las nueve de la mañana de un lluvioso día de otoño. Me dispongo a visitar el "Salón del Manga", es decir, hoy estaré muy cerca de Naruto, Son Goku y otros héroes semejantes. Es curioso como estas criaturas de papel mueven tanto dinero y entusiasman a tantas personas de muchos lugares del mundo, y lo más curioso es que no tan sólo gustan a los niños , sino también a personas mayores. Reconozco que nunca me he parado a leer uno de estos tebeos, pero conozco la pasión que desatan gracias a mi trabajo en una biblioteca de un centro de Secundaria. Es sorprendente comprobar cómo chicos que jamás leen un libro están pendientes de cuándo llegarán nuevos cómics a la biblioteca.

Muchas veces estas lecturas o bien no son bien vistas por los educadores o se las considera como no lecturas. Pienso que éste es muchas veces el primer paso para llegar a lecturas más profundas, pues si un ser humano se acostumbra a conocer historias a través del papel conforme vaya formándose demandará historias más complejas. Al fin y al cabo, estos héroes del Manga están conformados según las pautas del héroe épico tradicional. Esto es: hay algo , o mejor dicho alguien, que perturba su mundo, el héroe luchará, generalmente acompañado de sus partidarios, por recobrar la paz, muchas veces en esa lucha le acompaña una joven, y para restablecer el orden el héroe iniciará un viaje. Es decir, la estructura tradicional de la épica.

De otro lado, también es posible que haya adultos que lean habiatualmente literatura "seria" y que de vez en cuando lean también uno de estos tebeos porque una misma persona puede degustar distintas y muy variadas lecturas, ya que no siempre apetece la profundidad.

Bien, como conclusión sólo me queda añadir que la Biblioteca del centro en el que trabajo seguirá adquiriendo estos cómics, así como también las novelitas basadas en adaptaciones de series televisivas porque leer algo siempre es más formativo que nada y porque de la mano de Naruto muchos adolescentes pueden cruzar el umbral de la literatura con mayúscula.