lunes, 23 de febrero de 2009

Vivir para grabarlo

Desde que casi cualquier persona tuvo una cámara de vídeo con la que poder grabar cualquier evento, no ha quedado bautizo, boda, fiesta de cumpleaños o comunión por registrar. Los jóvenes que hoy tienen en torno a veinte años han podido ir comprobando todos sus cambios físicos desde sus primeras horas hasta su momento presente. De ese modo nadie puede decir que era mucho más mono de pequeño que ahora o cualquier comentario semejante, ya que existen pruebas y la imaginación no nos puede jugar malas pasadas.

Pero como en la vida todo es avanzar, llegó YOUTUBE, y ahora sí que nadie sale de casa sin algún artilugio que le permita grabar su diversión e incluso en ocasiones sus desgracias y las de los demás. Esto es algo que he podido comprobar estos días de carnaval, pues las comparsas al daese cuenta de que había un aparato de grabación cerca se ponían en posición de interpretar y de nuevo desplegaban una alegría sospechosamente contagiosa. Quizá lo que no hay es máquina capaz de registrar el interior de esas personas formalmente divertidas. A lo mejor ese es el espacio que sólo puede cubrir la palabra y ese es el campo de la literatura. No me cansaré de decir que la imagen por sí sola es bastante falaz.

En fin, gracias a YOUTUBE todo ser viviente se cree director y actor y por qué no , artista. Sin embargo, es curioso comprobar la escasa selección de materiales que hay, y cómo conviven en dudosa armonía artistas con paletos y horteras...

Ana Ozores

domingo, 1 de febrero de 2009

Probablemente Dios no existe (exista)

Yo no sé si Dios existe o no, pero lo que sí sé es que si se expresa como una probabilidad su no existencia, el modo en el que ha de hacerse es el subjuntivo, concretamente en presente. Entonces por qué en media España hay una docena de autobuses que pasean el siguiente eslogan:

PROBABLEMENTE DIOS NO EXISTE.

Cuando en realidad lo que debería aparecer escrito es lo siguiente:

PROBABLEMENTE DIOS NO EXISTA.

En fin, quiera Dios que esta sociedad tan filosófica se fije un poco más en el uso de la lengua, que es el instrumento para expresar nuestro pensamiento...

Eufemismos, términos políticamente correctos y prejuicios encubiertos

Confieso que cuando el otro día en una reunión de trabajo escuché como se hablaba de "alumnos de etnia", estuve a punto de exclamar ¿de qué etnia?, menos mal que yo ya he aprendido a como no pasar por una palurda y anticuada. Es por ello que me limité a seguir escuchando para averiguar que en realidad se estaba hablando de alumnos gitanos... Cabría preguntarse por qué hay hablantes que consideran "gitano" como término malsonante u ofensivo, ya que lo evitan, y en su lugar utilizan un complemento del nombre bastante absurdo, porque acaso todo alumno no pertenece a una etnia en concreto, entonces por qué en este caso tan sólo los gitanos son tildados de étnicos. Resulta obvio como un grupo de hablantes instruidos muestra sus prejuicios al considerar el término gitano como peyorativo, y no como lo que es, palabra que designa a un grupo de individuos con características comunes.

De todos modos, el adjetivo étnico ya se había utilizado en el mundo de la moda para hablar de moda étnica o bisutería étnica, para aludir a ropa y joyas con un cierto aire africano, es decir, no europeo- que ya sabemos que es la medida de todas las cosas- . Aunque también incorrectamente usado en este ámbito, digamos que se puede aceptar más porque el mundo de la moda todos sabemos que está compuesto mitad de glamour y mitad de gilipollez. Sin embargo, en el ámbito de la enseñanza debe cuidarse el lenguaje y no incurrir con él en aquello que se quiere evitar: la discriminación.

La verdad es que últimamente pueden encontrarse cientos de ejemplos como los descritos en que el respeto, en principio, por las minorías deja traslucir nuestros prejuicios y nuestro sentimiento de superioridad con respecto al diferente, al que no tiene nuestros mismos valores culturales.

Ana Ozores