domingo, 28 de junio de 2009

El cambio

La única constante de toda vida quizá sea el continuo cambio al que se ve sometida. Parece como si aquello que vivimos y aquellos con los que compartimos nuestra existencia vayan a estar ahí siempre, pero todo aquel que lleve varias décadas en este mundo podrá constatar que no es así. La mayoría de veces los cambios nos vienen impuestos y otras veces somos nosotros mismos quienes buscamos el cambio.
Entre los veinte y los treinta todo cambio se lleva a cabo con la intención de prosperar en cualquier sentido, pero una vez pasados los cuarenta el cambio tiene más un sentido de aventura, de conocer otras cosas, quizá porque ya sabemos que no hay paraíso al que llegar y que lo interesante está en el viaje más que en la llegada al destino.

Lo menos atractivo del cambio es que no deseas perder el contacto con todas aquellas personas con las que has compartido momentos difíciles, memorables o simplemente la insustancial cotidianidad, ya que la intención es sumar no suplantar una realidad por otra. Con el paso del tiempo, sin embargo, el pasado queda simplemente como una historia que cada vez se aleja más de nuestro presente y aquellos que tan importantes fueron en un momento de nuestras vidas pasan a ser un recuerdo de una etapa de nuestras vidas, congelado en el tiempo.

Bien, aunque hasta ahora todo cambio me haya llevado a perder el contacto , total o parcialmente, con una serie de personas, en esta ocasión no va a ser así gracias a la tecnología, porque este blog me servirá para estar siempre disponible y a la disposición de todos aquellos para los que significo algo.

La Regenta abandona el IES JONQUERES.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Te vamos a echar en falta...

Anónimo dijo...

No puedo expresar con palabras lo mucho que siento tu marcha del instituto en que me formé. No creo que un instituto en cierto modo marginal pueda agradecerte lo suficiente el haber impartido clase durante seis años. En lo personal te diré que si de algo estoy feliz es de haberte tenido como profesora durante cinco años en que he aprendido de ti a reflejar en mis escritos esa pasión que escupes a cada palabra. No puedo decirte lo mucho que te agradezco que hayas tenido la paciencia y el tesón de enseñar literatura y castellano a un montón de adolescentes con hormonas revolucionadas, y que además, lo hayas hecho con tu característico humor y tu serenidad. Siempre estaré agradecido por tu forma de explicar las cosas, aunque luego suspendiera bastantes de tus exámenes. Me siento orgulloso de tu preocupación por los alumnos, por tu paciencia, y más aún por tu correctísima forma de evaluar, siempre al margen de tu estado de ánimo o tus relaciones con tus alumnos. Espero que, a través del blog, sigas embelesándonos con tu sublime escribir y tus crónicas sazonadas con un toquecito de ironía en algunos casos. Yo ya te hecho de menos desde hace un año. ¡Siempre serás mi profesora favorita! Espero que tengas tanta suerte como te mereces,

Un abrazo y un beso,

Siro Taiyou

Anónimo dijo...

Corrección: ECHO de menos. ¡Parece que ni con tanto tiempo aprendo a leer las cosas antes de publicarlas! Hay cosas que nunca cambian... :P

Siro Taiyou

Anónimo dijo...

Una tarde me comentaste que te sentías historia ya pasada del centro... quiero añadir un adjetivo a esa sensación tuya que verbalizaste... Eres historia viva de este centro, tu centro. Mientras haya alumnos y compañeros que acudamos a tus palabras, ideas o reflexiones, para continuar adelante, para recordarnos que el trabajo bien hecho es el único aceptable, que la responsabilidad y la obligación van unidas al esfuerzo diario, tu historia seguirá siendo viva.
Recuerda siempre que somos muchos los que hemos aprendido a tu lado y, a mí, personalmente, me consuela el pensar que ahora son otros los que instruirán con tu sabiduría.
Mucha suerte en tu nueva aventura.