jueves, 1 de abril de 2010

MAR TURQUESA V

Por fin a las doce y cuarto de la noche, tras un día muy ajetreado, la inspectora Roig pudo tumbarse en el sofá de su salón . Se sirvió un vaso de vino blanco y encendió el último cigarrillo del paquete de FORTUNA de 24. Su intención era relajar la mente, pero le resultaba imposible, sus problemas laborales y personales daban vueltas en su cabeza: su hija, su marido, las vacaciones, la relación de Javier Gelices con Marta Broto, el innegable atractivo de Marcel Gelices....

Sin saber cómo se había quedado dormida en el sofá y tras tres horas se despertó con un horrible dolor de cuello y de espalda. Estaba segura de que ya no podría volver a dormirse por lo que decidió ir a su habitación y estudiar el escaso material del caso. Abrió la carpeta con los documentos bancarios de Marta Broto, estaba claro que la joven tenía otra actividad además de la docencia pues en sus cuentas había ingresos muy sustanciosos que nada tenían que ver con la nómina de la Generalitat. De pronto pensó que debía volver de nuevo a su vivienda y revisar el apartamento a fondo.

Eran las seis de la mañana cuando la inspectora abría la puerta del piso de Marta. No sabía muy bien por qué pero estaba segura de que alguien habia entrado en la casa. Aparentemente todo estaba tal y como cuando lo visitó tras la aparición del cadáver, pero faltaba una de las tres fotos que había en la mesita, aquella en la que Marta aparecía sola. De pronto cuando se dirigía hacia el dormitorio alguien la golpeó con algo contundente que la dejó sin sentido.
Al despertarse cayó en la cuenta de que no había pensado en que alguien pudiera estar buscando algo. Se levantó y de un salto fue a la ventana para ver si podía ver a alguien en la calle, al asomarse comprobó con fastidio como un coche de lujo salía a toda pastilla.
-¡Mierda!- dijo.
Ya que estaba allí pensó que lo mejor era acabar lo que había venido a hacer. Así que revisó el dormitorio de la joven. No encontró nada de interés. Tampoco en el comedor. Cuando ya se disponía a marcharse se le ocurrió inspeccionar el coqueto cuarto de baño. Allí en el armarito de las medicinas había un sobre con dos billetes de avión a Papua Nueva Guinea para el 12 de julio
- Así que tenías planeado un exótico viaje- exclamó la inspectora.
Bueno , ahora tendría que averiguar con quién tenía pensado hacer el viaje.

A las diez de la mañana la inspectora Roig se acercó al instituto en que trabajaba Marta. Le dijo al conserje que quería hablar con el director y éste le dijo que esperara un momento que le avisaría. Tras unos minutos salió a recibirlo un hombre alto y bien parecido que se identificó como Jaume Tarradelles, director del IES EL BARÇA.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin empieza la acción. Un poquito de suspense, un poquito de argumento y más alicientes para seguir leyendo. Sigue así... ^^

Siro

Chuu~!