domingo, 3 de enero de 2010

Del pino sale la piña

He descubierto que la gente es mucho más simpática y detallista vía Internet que cara a cara. En los últimos tiempos es bastante habitual que personas que apenas te saludan cuando te ven en carne mortal, en fechas" entrañables" como las que estamos disfrutando, te envían toda clase de felicitaciones: eso sí que son amigos virtuales (de existencia aparente, pero no real).

Hay que tener en cuenta que con las nuevas tecnologías felicitarle el año a medio mundo es bastante fácil. Lo difícil era llevar a cabo la redacción de una veintena de postales de Navidad como las que estaban de moda en mi infancia. Pues había que comprarlas, redactarlas, meterlas en el sobre, ponerles un sello y mandarlas, además, claro, de hacer el redactado en verso.

Creo que un amigo virtual se parece bastante a la contemplación de una foto en la que hay un paisaje paradisiaco... o a aquella canción de "EL hombre que se enamora de la mujer del teatro es como el que tiene hambre y le dan bicarbonato"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La nueva era va colonizando todos y cada uno de los rincones cotidianos...

Un besote

Siro

Anónimo dijo...

Aprovecho el anonimato que me da la red internáutica para felicitar el nuevo año. Eso sí, cuando os vea por la calle, pasaré a la otra acera.