domingo, 7 de septiembre de 2008

Gaza, la bien cercada

Gaza es una ciudad de más de un millón de cadáveres, que más que vivir duran como las piedras y que a fuerza de penalidades han adquirido su insensibilidad. . Gaza está hoy en día mucho peor que en 1992 y 1996, años en que visité la ciudad. La primera vez que llegué a esta antiquísima ciudad me produjo una impresión terrible. Eran las diez de una noche de un caluroso verano y no había una sola luz enendida en sus calles, ya que por aquel entonces todavía había toque de queda por la Intifada. Yo entré a esa hora porque mi avión se había retrasado y las autoridades israelíes me concedieron un permiso especial. Durante todo el trayecto desde el paso fronterizo hasta mi destino parecía que no hubiera ni una sola calle asfaltada, el campo de refugiados de Jabalia que es lo que yo estaba atravesando me pareció una pesadilla, pues además de lo ruinoso de las casas había basuras por todos sitios, alcantarillas abiertas y numerosos neumáticos cortando las calles. A la mañana siguiente pude contemplar la ciudad desde una gran ventana desde la que se veía el mar, y `por un momento casi parecía que estuviera en algún lugar de la costa española, porque lo que podía ver era pequeños edificios en los que predominaba el color blanco que contrastaba con el reluciente azul del mar. Sin embargo al recorrer sus calles comprendí que nada más lejos de la realidad pues salvo dos calles céntricas y algunas bonitas villas lo que predominaba era la desazón de una ciudad que pese a pagar impuestos había sido abandonada a su suerte, y si quería que le recogieran las basuras tenía que pagar un servicio privado, con lo que el olor a basura corrompida era uno de sus olores característicos . Pero pese a todo la ciudad respiraba una gran actividad y en cierto modo una gran dignidad, optimismo y entereza, ya que la vida siempre sigue y el hombre aprovecha cualquier ocasión para ser feliz.

En 1996, todo había cambiado sustancialmente, la ciudad era gobernada por la Autoridad Palestina y había una gran fiebre constructora y la población en general era optimista con respecto a los acontecimientos y confiaba en alcanzar un futuro estado palestino. Pero si observabas un poco comprendías que el optimismo de la ciudadanía no era muy realista, ya que el control absoluto de todo estaba en manos del gobierno israeli, y Gaza era una especia de casita de Pin y Pon, donde dentro disfrutabas de libertad pero, como en la casita de muñecas ,habia alguien que dirigía todos tus movimientos

Hoy en día la situación es aquella que presidía los peores sueños de la población palestina: desde el triunfo de HAMAS en las últimas elecciones democráticas y la sustitución de todos los funcionarios por personas afines a su ideología , la población se halla entre la terrible y violenta represión policial de los fanáticos milicianos encapuchados y el inhumano embargo israelí, que impide el paso de productos de primera necesidad, además de haber decretado el cierre absoluto de las fronteras. Aunque la historia nos ha demostrado que no hay mal que cien años dure para los millones de personas que han nacido y han muerto soportando esta situación eso no resulta consuelo alguno. Esperemos que la entereza de la población civil palestina logre que se produzcan cambios positivos.

Ana Ozores

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece ser que no hay muchos comentarios al respecto.

Anónimo dijo...

Hola!! soy una vieja alumna que se acuerda mucho de vosotras. No dejo de leer el blog jeje. Un beso, ya me pasare a veros. Un gran saludo de vuestra gran alumna Fany jeje